miércoles, 24 de junio de 2009

Las elecciones, Irán y el mole.

Estamos casi al final de las campañas de cara a la elecciones del próximo 5 de julio, los ciudadanos somos testigos que solo somos el centro del interés de los políticos para obtener nuestro voto y nos ofrecen una variedad de propuestas para convencernos que ellos son los mejores; nada que deba sorprendernos porque el juego de las elecciones es así.

Cierto que también hay un hartazgo más o menos generalizado de los ciudadanos por los partidos políticos causado por la falta de representación y compromiso con nuestros verdaderos intereses; pero todo es culpa de los políticos sin duda. ¿Cierto?

La verdad esto es una lógica ramplona: Culpamos a otros por nuestros males e interminable es la lista de culpables de nuestros pesares; somos los eternos alegres en la francachela de señalar a los demás pero muy pocas veces nos esforzamos por hacer algo por nosotros mismos que pueda hacer la diferencia. Y uno de esos pocos esfuerzos es el voto al que le hemos atribuido propiedades que carece.

En gran medida uno podría esperar ciertamente que el acto de acudir a la casilla y votar por tal o cual partido supondría que hace la diferencia; y es cierto hace la diferencia en el ejercicio de quien nos gobierna ¿Pero eso es suficiente? Si vemos el estado de las cosas nos daremos cuenta que no. Tal vez algo no esta funcionando del todo bien. Quizás solo sea culpa del voto y no de nosotros. Quizas.

En otro lado del globo nuestros hermanos iraníes, están inmersos en una terrible batalla que ya ha reclamado la vida de varias personas, una batalla abierta del sentir de un pueblo en contra de un gobierno opresor, corrupto y tiránico.

Su lucha se inicio el pasado 12 de junio cuando en unas elecciones sumamente cuestionadas por la posibilidad de fraude, por la censura previa y durante las mismas; el actual presidente Ahmadinejad fue reelecto al obtener una mayoría sobre su competidor Mir-Hossein Mousavi candidato independiente y reformista. Lo que provoco que miles de manifestantes salieran a las calles a expresar su descontento ya no solo en contra del resultado de las elecciones, sino en contra del todo el sistema al verse en la hondonada que este no les reconoce su derecho a unas elecciones justas sino que además los reprime literalmente a balas. El voto no alcanzo para hacer una diferencia por que en este caso no bastaba pero lo realmente importante es que ahora la posibilidad de hacer el cambio esta en manos de la gente en su protesta y en lo que esta dispuesta a hacer para cambiar las cosas.

Al día de hoy no sabemos como va a terminar la lucha del pueblo iraní, esperemos no haya una sola muerte más y que la razón de los justos sea la que prevalezca. Pero esta experiencia en un lugar quizás muy lejano como es Irán; nos debería llevar a una reflexión sumamente profunda a los mexicanos, sobre el papel que queremos que jueguen nuestros políticos en el como nos gobiernan, como esto afecta nuestras vidas y también que estamos dispuestos hacer para cambiar las cosas poniendo de nuestra parte.

Afortunadamente en las próximas elecciones en México no esta en juego la lucha en contra de gobierno como el de Irán, pero este sentir de hartazgo no sabemos cuanto más lo soportaremos o en que situaciones nos pondrá en un futuro. Lo que sí sabemos es que podemos hacer diferencias y hasta han surgido opciones: votar por tal o cual partido, votar por un candidato independiente, votar por los candidatos que se comprometan a cumplir sus compromisos ante notario, anular nuestro voto o de plano abstenernos de votar.

¡Una verdadera vendimia de moles! Pero solo son para probar en las elecciones.

¿Y después que? Esa es la pregunta que realmente nos debemos hacer, lo verdaderamente interesante es que la respuesta esta solo en cada uno de nosotros, cuando estemos dispuestos a dejar de culpar a otros y proponernos hacer verdaderas diferencias en todos los aspectos de nuestras vidas.

¿Estaremos listos los mexicanos para hacer diferencias, esperaremos a que nos alcance Irán o solo probaremos moles?

1 comentario:

Anónimo dijo...

CIERTO DIA, UN HOMBRE ENTRÓ A UNA TIENDA DE ANTIGÜEDADES Y SE QUEDÓ MIRANDO UNA BELLA ESTATUA DE UN RATÓN, EN TAMAÑO NATURAL.

MUY ENTUSIASMADO CON LA BELLEZA DE AQUELLA OBRA, FUE HASTA EL MOSTRADOR Y LE PREGUNTÓ EL PRECIO AL VENDEDOR:

- ¿CUÁNTO CUESTA?

- LA ESTATUA VALE $500 Y LA HISTORIA DEL RATÓN CUESTA $1,000

- ¿ QUÉEE ? ¿ESTÁ LOCO? LLEVARÉ SÓLO LA ESTATUA.

FELIZ Y CONTENTO, EL HOMBRE SALIÓ DE LA TIENDA CON LA ESTATUA BAJO EL BRAZO.

A MEDIDA QUE CAMINABA, SE DIO CUENTA, MUERTO DE MIEDO, QUE MILES DE RATONES SALÍAN DE LOS BASUREROS Y HOYOS DE LA CALLE Y COMENZARON A SEGUIRLO....

CORRIENDO DESESPERADAMENTE, EL HOMBRE LLEGÓ HASTA EL MUELLE DE UN PUERTO Y CON TODA SU FUERZA, LANZÓ LA ESTATUA AL MAR.

INCRÉDULO, VIO QUE TODA LA HORDA DE RATONES SE LANZÓ AL MAR SIGUIENDOLA ESTATUA, MURIENDO TODOS AHOGADOS...

AÚN SIN REPONERSE, EL HOMBRE VOLVIÓ DONDE EL ANTICUARIO Y EL VENDEDOR LE DICE:


- REGRESÓ PARA A COMPRAR LA HISTORIA, ¿VERDAD?

- NO, PENDEJO, ¿TIENES LA ESTATUA DE LÓPEZ OBRADOR?....